Hace 200 años salio a la luz la
primera edición del libro de “cuentos de hadas de los hermanos Grimm”. Este libro era la recopilación de las
diferentes historias que se transmitían de manera oral hasta ese momento. Algo que quizás no sepas sobre esta
recopilación de relatos, es que sufrió cambios y censura entre ediciones, por ejemplo,
la madre de Hansel y Gretel, abandona a sus hijos en el bosque por no tener con
qué alimentarlos y la madre de
Blancanieves, celosa de la belleza de su hija decide ahogarla, estas madres, y
otras, pasan a ser madrastras porque el hecho de abandonar o intentar asesinar
a los hijos no coincidía con la imagen tradicional de la madre de la época. Muchas
otras historias deben ser modificadas pues fueron consideradas demasiado crudas
o medievales para la época:
La madre de Blancanieves trata de
acabar con la vida de su hija hasta en cuatro ocasiones. La primera de ellas se
lo encarga a un cazador quien no se atreve a matarla, entregándole a la malvada
madre las vísceras de un cerdo para hacerle creer que pertenecen a su hija.
"El cocinero se lo cocinó con sal y la mala mujer se lo comió creyendo
comer los pulmones y el hígado de Blancanieves", recoge el cuento. Pero tras descubrir el
frascaso de su turbio deseo, decide hacer el trabajo ella misma. Para ello, se
disfraza de anciana y trata de ahogar a Blancanieves con una cinta, después
intenta envenenarla con un peine para finalmente matarla con la famosa manzana.
La salvación de la joven, al contrario de lo que se piensa, no llegó por el
beso de un príncipe enamorado, sino porque un lacayo indignado por sus
condiciones de trabajo consiguió que el trozo del fruto saliese de la garganta
de la joven.
Rapunzel, la princesa de las
largas trenzas, acabó viviendo en una torre vigilada por un bruja porque sus
padres hicieron un trato con ésta según el cual, a cambio de poder seguir
comiendo de la huerta de la bruja, le entregarían a su primer hijo. Así fue
como Ranpuzel se pasó gran parte de su juventud en una torre cuyo único acceso
eran sus propias trenzas. Un día un príncipe la oyó cantar y comenzó a
visitarla cada noche. El resultado: ella dio a luz a gemelos.
La historia de Cenienta tampoco
se libra de ciertos aires macabros. Las hermanastras, decididas a robarle al
príncipe al que la joven había conquistado durante el baile, ni cortas ni
perezosas, deciden amputarse el dedo pulgar una, y el talón otra, para
conseguir que su pie cupiese en el zapato. Las manchas de sangre que dejaron en
el calzado fueron las que alertaron al príncipe de que no se estaba llevando a
la hermana correcta. Al final el monarca y Cenicienta se casan y son felices,
pero las hermanas tuvieron un desenlace bastante más trágico: unos pájaros les
arrancaron los ojos.
También hubo que cambiar o, mejor
dicho, omitir alusiones sexuales explícitas. Y es que los hermanos Grim nunca
se consideraron escritores para niños sino folcloristas patrióticos.
Y es que resulta que la Alemania de
la época de los hermanos Grimm había sido invadida por los ejércitos de
Napoleón, y el nuevo gobierno pretendía suprimir la cultura local del viejo
régimen de feudos y principados de la Alemania de principios del siglo XIX.
A mediados del siglo XIX, en
algunos sectores de América del Norte la colección de cuentos era condenada por
maestros, padres de familia y figuras religiosas debido a su crudo e
incivilizado contenido, ya que representaba la cultura medieval con todos sus
rígidos prejuicios, crudeza y atrocidades. Los adultos ofendidos se oponían a
los castigos impuestos a los villanos. Un ejemplo se puede ver en la versión
original de Blancanieves, a la malvada madrastra se le obliga a bailar con unas
zapatillas de hierro ardiente al rojo vivo hasta caer muerta.
Y Tras la Segunda Guerra Mundial
y hasta 1948 estuvo prohibida la venta de los cuentos de los hermanos Grimm en
la zona de ocupación inglesa, ya que los ingleses los consideraban como una
prueba de la supuesta maldad de los alemanes durante la guerra.
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