• PECAR PARA SER JUSTOS


    PECAR PARA SER JUSTOS


    Cambié de opinión
    Columna de Rafel López - @Elinffinito
     
    Sé que no soy el único que lo piensa, pero cada que llega este miércoles del año en el que uno empieza a ver la gente con una cruz embarrada en la frente, se me ocurre que la crucecita parece una mira. Mejor dicho, si yo fuera un fundamentalista islámico francotirador, aprovecharía el miércoles de ceniza para practicar mi puntería.
     
    Se preguntará el ateo desprevenido cuál es el sentido de este ritual, porque no es, como algunos afirman, una forma de censo que hace el Vaticano para medir la participación de su marca en el mercado. El miércoles de ceniza lo que anuncia es que faltan 40 días para la semana santa, que para la mayoría significa simplemente vacaciones y para Popayán significa un buen negocio. Pero para los creyentes la semana santa es el momento de la celebración de la pasión, muerte y resurrección de nuestro señor.
     
    Yo lo he estado pensando, y creo que de todos los superhéroes, Jesús es mi favorito. Así, como para tenerlo de amigo. Seguro que en situaciones extremas como atentados terroristas, catástrofes naturales o supervillanos millonarios y desquiciados, Superman o Batman sean más adecuados. Pero para una persona con una vida común como la mía, Jesús es la mejor elección, porque sus superpoderes son útiles en la cotidianidad.
     
    Puede que Jesús no tenga plata como Bruce Wayne, así que no sirve para prestarte fuertes sumas de dinero. Pero si la plata no te alcanza hasta fin de mes, él puede multiplicarte las latas de atún y las saltinas para aguantar hasta la próxima quincena.
     
    O por ejemplo, con la ola invernal. Si vives en uno de esos barrios que se inundan cada año, puede que Jesús no tenga los recursos para mandar a construir un sistema de alcantarillado como haría Bruce Wayne –o como debería hacer el Gobierno - pero te puede llevar a tuta de aquí para allá sin que te mojes ni un tobillo.
     
    Además uno se liberaría de la EPS, porque con Jesús ya tendría resuelto el problema de la salud. Si el tipo era capaz de arreglar tullidos y devolverle la vista a los ciegos con solo frotarlos, es capaz de quitarle la gripa a uno estornudándole encima y curarle la migraña dándole un calvazo. Es más, cuando los animales de la EPS la caguen y uno se muera por su negligencia, solo hace falta que aparezca el nazareno y te diga –Hey tú, levántate y anda– y listo, resuelto el problema. En eso, ni Batman ni Superman tienen como competir. Yo guardo la esperanza de que esa frase mágica de –Levántate y anda – también pueda servir para resolver problemas de disfunción sexual eréctil.
     
    En últimas, lo mejor de Jesús es que es un bacán, tanto que se sacrificó por nosotros. Es apenas lógico ser amigo de alguien así, porque yo lo que pienso es, si el man cargó esa cruz por todos nosotros, cómo no le va a ayudar uno a hacer un trasteo.
     
    Para terminar, de todos los superpoderes de Jesús, el que más me impacta es ese de haber perdonado todos nuestros pecados, para lo cual tuvo que entregar su propia vida. Con esto en mente, solo es posible un camino, hay que estar a la altura y pecar con consistencia, para que su sacrificio no haya sido en vano.
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